This is my first article in the newspaper El Nuevo Día about intellectual property. You can find it electronically in the link below or in the print version published on Mother’s Day. Please enjoy!https://pressreader.com/@Paola_G._Zaragoza_Cardenales/csb_eTZdndGwiA1-4puRdnNryP9KtZdpzwsBv4_pBUUohX4El nombre hace la cosaEl Nuevo Día13 May 2018Nunca olvidaré lo que comentó un profesor de Derecho sobre la Propiedad Intelectual: “Antes de preocuparse por proteger la propiedad intelectual, hay que preocuparse por crearla”.La cita anterior refleja una realidad tanto en los Estados Unidos como en Puerto Rico. Cuando hablamos de propiedad intelectual en Puerto Rico nos enfocamos usualmente en las leyes que la protegen y no en su creación. Es así, porque al momento de medir la competitividad como país, las leyes protectoras de la propiedad intelectual son uno de los factores a considerar. Por otro lado, cuando hablamos de la creación de propiedad intelectual, usualmente la discusión se limita a lo más glamoroso: las patentes, los derechos de autor y las marcas de fábrica.La mayoría de los comerciantes pequeños y medianos no le presta mucha atención al concepto de propiedad intelectual, sin darse cuenta de que tienen uno en sus manos. Al respecto, ese mismo profesor nos comentó que: “La propiedad intelectual más común, pero a la vez mas ignorada, es el nombre comercial”. Entre nuestros comerciantes, especialmente los pequeños y medianos, la propiedad intangible más común y posiblemente la única, es su nombre code mercial. Estoy convencida de que es la más subestimada.Muchas personas no asocian un nombre comercial con propiedad intelectual, y es entendible, porque este término se asocia con cosas más sofisticadas como las patentes. Perdemos de vista que lo que hace a un consumidor acordarse de su producto o su servicio es el nombre del negocio donde lo compróDe la misma forma que los comerciantes no lo consideran propiedad intelectual, así mismo los comerciantes en muchas ocasiones no lo consideran como un activo productivo para el negocio. Interesantemente en muchos casos el activo más valioso que tiene una empresa es su nombre, pero el empresario no se da cuenta. Estudios demuestran que un nombre bien trabajado y desarrollado puede ser el diferencial entre productos o servicios sustancialmente iguales. Un buen nombre comercial aumenta las ventas y es un factor importante en la creación la plusvalía o “goodwill” del negocio.Tradicionalmente las empresas comienzan a valorar y desarrollar su nombre comercial muchos años luego de fundadas. Pero lo recomendable es que las empresas desarrollen su nombre comercial desde el primer día de operaciones. A continuación, algunas recomendaciones para lograr esto:Usar el nombre comercial de forma consistente y cuidadosa, velando por el uso consistente de la letra, el color, el logo, el “slogan”, y todo lo que represente su empresa.Establecer estándares altos de control de calidad y de servicio al cliente. El tener un excelente servicio al cliente y productos de calidad solidifica la asociación del nombre con productos o servicios de valor.Usar efectivamente los medios de comunicación mediante participación en las redes. Esto no es tan fácil como suena así que recomendamos consultar y contratar a un experto en esos temas.Si la empresa lleva varios años de establecida, no olvide resaltar factores como el año de fundación, si es una empresa de familia, y los premios o distinciones conseguidas.En resumen, en la escuela de Derecho nos enseñan que “el nombre no hace la cosa” pero a la hora de vender un producto o un servicio, “el nombre sí hace la cosa”.
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A Gluten Free Gastronomic Tourism Blog by Paola Gabriela Zaragoza Cardenales
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